miércoles, 31 de octubre de 2018

Torres del silencio

nos agarramos de las manos 
para rodear el círculo de cuervos 
que rodea el círculo de piedra
que protege la fosa 
donde duermen los restos 
de la genética antigua 
de los espíritus mudos 
que nos poseen de noche

nos agarramos de las manos
y sentimos pasar 
los ríos vibrando 
por debajo del suelo
y sentimos las venas 
de todos que se conectan 
como una enredadera sagrada

nos agarramos de las manos 
para tapar el murmullo 
para escuchar nuestras voces 
que ya no son nuestras 
que ya no son muchas 

nos agarramos de las manos 
para fundirnos
anónimos
para entregarnos 
sin miedo 

nos agarramos de las manos 
y el sol atraviesa simétrico 
los escalones que descienden 

nos agarramos de las manos
y nuestras manos se parten 
y nuestros cuerpos se secan
y nuestro tiempo termina

nos agarramos de las manos
para mirar hacia abajo 
nuestras manos tiradas 
nuestras manos juntas
nuestros huesos blancos
nuestra esencia diluida
bajo una marea de sombras. 

lunes, 15 de octubre de 2018

Araña de cuatro patas

hoy maté a una araña
tenía cuatro patas
y caminaba por el piso del baño
luchando por no perder el equilibrio.
se tambaleaba, yo la podía ver sufrir 
atravesando la baldosa amarilla
que sería para ella 
como un suburbio inhóspito.
frenaba, quedaba unos segundos quieta
recobrando el aliento
y seguía su marcha.
yo miraba a la araña discapacitada 
pensando cuál sería su objetivo 
adónde se dirigía 
si tendría que volver a su cueva
si tendría que poner huevos 
para perpetuar la especie 
sí, eso me pareció razonable
la araña tenía un andar femenino
una abnegación de madre
pero su camino variaba 
a veces daba vueltas 
y empezaba a moverse en otra dirección
entonces pensé en un herido de guerra 
trastornado y perdido 
por haber estado cerca de la detonación de una bomba
sí, la araña parecía un soldado sordo 
con algún miembro menos
que intentara llegar a la trinchera 
sin saber la dirección correcta
aunque no se me ocurría el motivo por el cual
una araña hubiera quedado con cuatro patas menos 
así que me acordé de los niños de la Teletón 
y pensé que quizás hubiera nacido así
y que ya estaría acostumbrada al dolor de la ausencia 
a la incomodidad de lo deforme.
cada vez que frenaba unos segundos 
por no poder soportar el peso de su cuerpo 
la araña parecía lamentarse 
por lo puta que había sido su vida 
y quizás sólo buscara un sitio para morir tranquila
por eso caminaba hacia el espacio mínimo 
que hay entre el suelo y la base del lavarropas 
aunque también podría haber nacido recientemente
lo cual sería mucho peor 
porque entonces la araña debería atravesar 
todo el sufrimiento que yo le había adjudicado 
y que en realidad apenas empezaba a conocer. 
y encima no maneja el concepto del suicidio, pensé 
aunque probablemente tampoco el de la muerte
o el de la muerte sí, pero no el del la vida después de la muerte 
y mucho menos el concepto del cielo como espacio definido 
aunque si esta araña discapacitada pudiera pensar en el cielo 
probablemente se imaginara una telaraña enorme
perfectamente tallada  
colgada en el rincón más alto de un castillo gótico 
la telaraña a la que nunca accedería 
por falta de recursos.

no, en realidad no maté a la araña 
quiero decir que no la aplasté
la dejé morir 
la dejé caminar en círculos imperfectos 
hasta que su cansancio fue insoportable
hasta que me quedé con la mente en blanco
incapaz de pensarla de otra manera. 

Pantalla

una pantalla emitiendo 
líneas y sonido de estática
así mi mente 
se pierde bajo huecos 
de insatisfacción constante.
voy de un lado a otro 
sin movimiento 
porque no hay nada detrás
del vacío electrónico
no hay nada detrás 
de mi cuerpo hambriento. 
me levanto de la cama
hace cinco horas intento dormir 
voy a la heladera 
y no hay nada en ningún lado
nunca hay nada 
que hacer 
que decir
no hay nada que la luz insomne de la heladera
sea capaz de iluminar. 
aprieto teclas
dejo los dedos marcados en cada palabra
intento que signifique algo 
vuelvo a teclear con fuerza 
me lastimo 
escribo con la frente 
la golpeo 
sigo el consejo de Bukowski 
golpeo cosas, golpeo mi cuerpo
dejo la sangre esparcida por el teclado 
y nada cambia. 
vuelvo a sentir la plaga 
del aburrimiento y el hambre 
que evidentemente 
se instalan en el mismo espacio 
y conviven. 
me siento frente a la pantalla
me duele la cabeza
el ciclo conocido 
el suicidio postergado
laslíneaselruido
loscableslasganas
lafaltadealgo
LA SANGRE LA SANGRE
mis manos. 

por fin me duermo
y sueño con un campo. 

Misión de paz

cuando el mar de sangre nos ahogaba
viraste el curso de las estrellas
para que cayeran
como balas
mientras juntaba mis cadáveres
tendidos sobre la tierra
quisiste aclarar
que no había sido una guerra
sino una misión de paz.

Mirar

al nacer
puede que veas
una ventana
y detrás
un hongo atómico
limpiando el paisaje
o puede que oigas
el suave crepitar
de tu esqueleto
sobre las hojas otoñales
o puede que sientas
en los párpados
la prolongación
de un círculo
y luego
de otro
y luego
del mismo
o puede que quieras hablar
y no hables
porque tu anatomía
no incluye boca
ni manos
ni piernas
o puede que sólo seas
un par de ojos
sangrantes
que se arrastran lentos
por el piso de un hospital
y puede que
a pesar del pánico
y la poca perspectiva
aun sigas viendo
te sigas moviendo
puede que salgas a dar una vuelta
y te choques contra algo
que te parece límite
puede que lo distingas
como una especie de línea
puede que camines por esa línea
dejando rastros
de baba ocular
puede que te frenes
te hundas en el cansancio
y entiendas tu función en el mundo:
mirar.

Cuando entonces

luego del derrumbe
cuando los animales
sean devorados 
por otros animales
y las personas 
sean devoradas
por otras personas
cuando las avenidas de la ciudad
sean las venas del monstruo
por las que corre la sangre impura
cuando se repartan balas
como bendiciones 
cuando los muertos sean envidiados 
cuando los parques sean cárceles
cuando el último presidente 
se ahogue en una montaña de cocaína
cuando a la televisión 
no le haga falta mentir 
cuando las palabras 
se repitan hasta perder su sentido
cuando los ciclos no empiecen
ni terminen 
cuando el sol no sepa 
dónde está el poniente 
cuando los recuerdos 
se parezcan a la niebla 
cuando ya no importe 
la ausencia de nubes 
cuando los hologramas
cubran todo el cielo 
y el cielo parezca más cercano
cuando la fiebre sea colectiva
y seis pájaros negros vengan
a posarse sobre tu espalda

entonces

voy a llegar despacio
el cuerpo cubierto 
con sangre y barro seco
voy a quedar a tu lado
extendiendo mi mano 
y mirándote a los ojos 
para que me toques 
e inicies, acaso 
con el contacto de tus dedos 
el nuevo lenguaje
la creación. 

domingo, 14 de octubre de 2018

Condesa

bailando a la sombra 
tus piernas pálidas
y donde debería estar el torso 
la cortina flamea 
y donde debería estar tu boca
veo la ventana 
y detrás de la ventana 
la ciudad melancólica
me espera 
pero yo no bajo 
porque tu boca se presenta 
como fuera de contexto 
y está llena de mi sangre
y siento ganas de salir 
pero el resto de tu cuerpo 
me va cortando el paso 
como un ejército sombrío 
y me resigno al silencio
cuando mi boca también se abre 
ensanchada por tus dedos 
que saben agrios 
y cortan la piel traslúcida 
al filo de mis dientes
como si fueran papel
y la sangre que te sale 
vuelve a ser mía
y el sistema circulatorio 
retoma lo de siempre 
y vuelvo a querer moverme 
pero ya tu sexo 
me traga con lentitud 
y empiezo a despedirme 
de todas las cosas 
que hay en mi cuarto 
y el cuerpo se me va empapando 
a medida que entro 
y tu ego crece 
y la oscuridad avanza
y trato de pensar por última vez
pero no puedo 
y trato de mirarte 
pero tus ojos son opacos
desde adentro. 

Rojo

rojo
como un beso de lengua
como el fuego robado
como la sangre a chorros
de un soldado inglés
como la lluvia iluminada
por una sirena en el pavimento
rojo
como una violación
como la superficie de marte
rojo como la fiebre
rojo como un mal viaje
como el sabor metálico
de una lastimadura
rojo
como un sacrificio ritual
como tu entrepierna húmeda
como el suicidio
rojo es
el delirio
la esquizofrenia
la paranoia
el saltar de un puente
también es rojo
chocar un auto
se vuelve rojo
y además
el último momento
previo a nacer.

Y así sucesivamente

En el primer día
habitaste el silencio
olvidándolo todo.

En el segundo 
dormiste
como si el tiempo muerto
no importara.

Al siguiente
te angustiaste
porque las palabras
no acudieron.

El último de los días
te encuentra callado.

Todavía no hay nada
que merezca ser dicho. 

Distópico

Mi lugar exacto es
enmarañado
difícil de hallar
un espacio helado
entre la infancia
y el Tártaro.

Mi morada está
lejos:
dentro mío
cuando duermo,
afuera
cuando el pánico
me retiene.

Igual
no quiero
saber más nada.

Conocerme sería
distópico. 

¿Eh?

quién dice que tengo 
que seguir llevando mi nombre
quién dice que mañana
voy a cumplir otro año
quién me manda
a levantarme de la cama
quién se empeña en no hablarme
quién te dice que pienses
que soy un individuo
quién, díganme ahora
posterga los finales
quién los acerca 
quién mierda decide
lo que van a decir los diarios
quién se tomó el tiempo
de encerrarnos en un horno 
quién es el hijo de puta
que habla por mis manos.

Pulso

Hoy es el día después
de todo lo anterior.

Ya comimos
ya miramos
ya le pusimos 
un nombre a todo.

Hoy, que las nubes flotan
que las hojas vuelan
hoy que los objetos brillan
con total cinismo
no me hables
ni me recuerdes nada.

Hoy, en este día extraño
en que vuelvo a salir del útero
tus palabras podrían dañarme.

(Deberías saber que siempre estoy al borde
de entrar en estado vegetativo.)

Hoy tus manos cargan
la nueva forma de todo.
Hoy tus manos se abren.

Tú destruyes el mundo para que esto suceda
tú comienzas el mundo para que esto suceda.