dos más luego de una pausa.
Sonaron huecos, ajenos
como si alguien estuviera experimentando
lo que se siente disparar por primera vez.
lo que se siente disparar por primera vez.
Quedó el recuerdo de la mano estirada
demasiado firme
a diferencia del cuerpo tembloroso
yuxtaposición de espasmos sobre el suelo húmedo
mitad calle, mitad cordón
pasto mal cortado, mierda de perro a centímetros
barrio tranquilo
gente trabajadora.
Uno cambió de posición en la cama y volvió a dormir
otro, caminando
estaba a dos cuadras de la sangre que ya se había secado al rededor del cuerpo
estaba a dos cuadras de la sangre que ya se había secado al rededor del cuerpo
y aun otro, roedor él, trazaba movimientos circulares
aprovechando el momento de recreo para los débiles
cuando los cadáveres están tranquilos
y ya no hay acción posible
y ya no hay acción posible
sólo pensar.
Una sirena
otra sirena
la justicia y su luz azul
me quema los ojos, la boca, todo
estoy de frente a la verdad.
Una sirena
parpadea en la esquina
mi pequeño rincón en el mundo
donde todo cobra sentido para mí.
Una sirena
las casas se iluminan por turnos
no me puedo mover
estoy mirando la sangre teñida de azul
y todo tiene un aire a decoración teatral.
Acepto que
no me voy a mover
comprendo que
no tendría sentido.
Uniformados y preocupación barrial
no pienso decir nada a mi favor
alguien se tiene que hacer cargo
ya no importa la coherencia irrefutable de mi coartada
me doy de frente contra los encuentros
pongo el pecho
que venga la circunstancia a escupirme un gargajo rancio en la cara
lo espero con los ojos abiertos
parado en esta esquina
a metros de mi casa
donde no podré volver
porque hoy me toca ser un asesino.
Una sirena
otra sirena
la justicia y su luz azul
me quema los ojos, la boca, todo
estoy de frente a la verdad.
Una sirena
parpadea en la esquina
mi pequeño rincón en el mundo
donde todo cobra sentido para mí.
Una sirena
las casas se iluminan por turnos
no me puedo mover
estoy mirando la sangre teñida de azul
y todo tiene un aire a decoración teatral.
Acepto que
no me voy a mover
comprendo que
no tendría sentido.
Uniformados y preocupación barrial
no pienso decir nada a mi favor
alguien se tiene que hacer cargo
ya no importa la coherencia irrefutable de mi coartada
me doy de frente contra los encuentros
pongo el pecho
que venga la circunstancia a escupirme un gargajo rancio en la cara
lo espero con los ojos abiertos
parado en esta esquina
a metros de mi casa
donde no podré volver
porque hoy me toca ser un asesino.