sábado, 30 de julio de 2016

Naranjas con sida

Tengo naranjas con sida 
¿quién quiere? 
las saqué de una publicación de un amigo que no veo hace años 
hay que andar con ojo, dicen 
no vaya a ser cosa de que el virus se expanda y te agarre desprevenido 
la sorpresa es esa sensación horrible que aparece cada tanto
se infiltra en la noche previa a un examen 
discos, libros ordenados, cuadernos viejos de otros años 
dando vueltas en la oscuridad y te sentís indefenso 
no los conocés 
son otros 
otros años 
otra gente 
vos estás solo en tu cuarto y la noche no tiene apuro. 

Alguien se levantó de madrugada y antes de irse escribió en el espejo del baño "Bienvenido al mundo de las naranjas con sida"
Llegan de Argelia y de Libia
mecánicas, son mercenarios disfrazados de cítricos.
"La naranja con sida se pasea de la sala al comedor" 
No es miedo a morir, es miedo a que llegado el momento no me pueda resistir a morderlas
litros de sangre chorreando por mi boca, el jugo de la inclusión 
ahora los entiendo, niños de África 
comieron una naranja del árbol prohibido
fruto de la paranoia
creo que estoy bebiendo la sangre del señor.

Jesús y la timidez 
nadie lo puede aceptar como profeta 
y parece que Dios no tuvo hijos, dijeron en un documental del canal 456 del cable que contrató mi abuela
Se quiso postular para presidente de la AFA y lo crucificaron en la nueve de Julio
Jesús ya no confía en nadie
no vuelve, y si acaso se atreviera lo haría por partes
hemoglobinas santas diseminadas en todo un cajón de naranjas en el Disco de 8 de Octubre y Garibaldi
milagros de la globalización.